“El teatro es en efecto una práctica que calcula el lugar de las cosas para la mirada: si pongo el espectáculo aquí, el espectador lo verá; si lo pongo en otro lugar, no lo verá, y podría aprovechar esta situación para crear una ilusión”.
Roland Barthes, Diderot, Brecht, Eisenstein
El performance consiste en la instalación de objetos físicos (no sólo cosas, como globos o botellas de cerveza, sino también del performer mismo) y objetos mentales no materiales (emociones, la representación mental que el hombre se hace de la mujer, y preconceptos culturales acerca de los géneros) para la construcción de una serie de tableaux vivants. En este sentido el performance es literalmente una instalación teatral. Todos los elementos significantes son instalados como objetos para la evaluación crítica del espectador. Incluso los momentos de actuación (la representación de otra situación a la propia del performer) son instalados a manera de objeto.
A través de la calculada composición de sus tableaux, Pornografía ambiente dirige la mirada del espectador al solipsismo sexual del hombre en su relación con la mujer. El proceso de construcción de los tableaux permite al espectador ahondar en los mecanismos de objetivación característicos de la ubicua pornografía que nos rodea. Los tableaux propiamente dichos luego sostienen la mirada del espectador para que este pueda operar críticamente sobre el sentido social del gestus capturado en el cuadro.
La ofensiva literalidad de las imágenes hace aparente lo patético y lo ridículo, lo absurdo y lo catastrófico de la pornográfica objetivación que el hombre hace de la mujer y de sí mismo.